Manuel Obando

Espacio para tag line

Tengo dos formas de ayudarte:

Servicio Express: Perfecto si necesitas empezar ya y con un plan accionable en 3 días y con un presupuesto bajo

Servicio Premium: Un trabajo a fondo donde me meto de lleno en tu negocio, para que  no solo venda más, sino que domines tu mercado.

Los detallo muy bien en 2 documentos en PDF que te envío a tu email. Ahí verás cómo mi trabajo beneficiará a tu empresa, los resultados que puedes esperar, las acciones específicas que implementaré, el tiempo aproximado y la inversión necesaria.

No pierdo el tiempo con curiosos… si después de leer los servicios ves que alguna te encaja, al final de cada uno tienes mi WhatsApp. Elige el que te cuadre y me escribes para concretar.

Déjame tu email y recibe toda la info para que veas cómo puedo ayudarte a mantener tu negocio competitivo y en crecimiento.

Te voy a contar algo que cambiará tu percepción del marketing y te ayudará a darle un giro inesperado a tu negocio, aumentando tu facturación de manera significativa.

Érase una vez, en los tiempos de colegio, teníamos una frase lista para consolarnos y usarla cuando la envidia nos consumía y apretaba el pecho.

Era nuestra forma de justificar la pérdida.

Más adelante sabrás cuál es esa famosa frase.

Entre los compañeros, había uno al que apodábamos «el trofeo» por trompón (mandíbula prominente) y feo. Era el objetivo perfecto de nuestras bromas y lo jodiamos mucho, ahora le dicen bullying.

Pero a él no le afectaba. Nunca mostró señales de ser víctima, además en esos tiempos, no nos mimaron y no éramos de cristal… sinceramente, no había lugar para dramas.

Un día, estábamos todos en el patio, en plena hora de descanso, decidiendo qué hacer después de clase. ¿Caminar? ¿Colarnos en el bus sin pagar? ¿Agarrarnos de la parte trasera de un camión como si fuéramos dobles de acción?

Los celulares y redes sociales eran ciencia ficción, así que nuestra dopamina venía de la adrenalina real, no de pantallas.

Hago una pausa para aclarar que mis papás si me daban para el transporte, pero me los mecatiava.

Sigo..

En ese momento, pasó algo que nos dejó fríos.

Vimos salir del salón a Raquel, alias “la sexy», la más guapa del colegio, esa que tenía todo lo que nosotros deseábamos: curvas, actitud y belleza. El solo hecho de verla caminar, moviendo sus caderas con ese vaivén hipnótico, nos dejaba sin aliento. Las glándulas salivales entraban en acción, y nuestro corazón comenzaba a latir con fuerza.

Pero esta vez no venía sola.

Venía tomada de la mano con Mario, el trofeo.

El mismo que habíamos apodado y ridiculizado durante todo el año.

¿Qué estaba pasando? ¿Cómo era posible que se estuviera besando con la chica más nalgona, pechugona y deseada del salón?

Desde ese día, Mario dejó de ser «el trofeo» y pasó a ser «Mario, el afortunado.»

Todos boquiabiertos…

…nos miramos y por inercia sacamos el haz bajo la manga y en coro dijimos la famosa frase: «Todo tonto es de buenas.»

¿Era un milagro? ¿Raquel tenía un problema de visión?

Noo.

Lo que Mario hizo, sin saberlo, fue aplicar uno de los principios más poderosos del marketing y la influencia. Algo que, si entiendes bien, puedes aplicar no solo para ligar, sino también para vender.

A este principio de marketing lo apodo el “ladrón de clientes”,  porque cuando lo aplicas, puedes sonsacarle y robarle los mejores clientes a tu competencia

Ojo, que no tiene que ver con que te sueltes los pantalones bajando precios, regalando tu trabajo o que seas su esclavo y le hagas las tareas.

Nada de eso. Se trata de influir en la mente de tu cliente para que te prefiera a ti sobre cualquier otra opción.

Si quieres conocer el principio de marketing exacto que utilizó Mario sin darse cuenta y que puede hacerte vender más que nunca, entonces lee el artículo:

En el artículo verás:

●     Un concepto revelado hace más de 100 años, pero que sigue siendo brutalmente efectivo hoy en día.

●     Aunque la tecnología ha evolucionado, los motivos que llevan a tus clientes a elegir una marca siguen siendo los mismos. Siempre que te dirijas a humanos, aplicar la estrategia de este artículo puede marcar la diferencia entre que te elijan a ti o a la competencia.

●     Cuando leas el artículo, entenderás por qué el feo de clase o del parche de amigos terminó conquistando a la más codiciada. Créeme, cuando comprendas esto, sabrás exactamente cómo usarlo a tu favor para ganarle clientes a tu competencia.

●     Aunque el artículo fue escrito hace más de 100 años, seguimos siendo humanos con un cerebro reptiliano que nos impulsa a decidir qué producto comprar, qué servicio elegir e incluso con quién casarnos. Así que lo que revela no solo funciona hoy, sino que seguirá funcionando por miles de años.

●     Este artículo te hará abrir los ojos: sabrás por qué esos clientes que andas persiguiendo están casados con tu competencia y a ti te sacan la lengua.

●     Verás porque tiene gran sentido la poderosa frase que el CEO de LinkedIn considera su mantra: «Cuando te cansas de repetirlo es cuando empiezan a escucharlo».Jeff Weiner